Nicole Cantillana
Innovación
Chile, después de Noruega, ocupa el segundo lugar a nivel mundial en la exportación de salmones, lo que ha obligado a sus productores a innovar en esta industria, disponer de capacidades técnicas y de profesionales altamente especializados para posicionarla mejor en el mercado.
El problema más importante para los productores de salmón es el Síndrome Rickettsial Salmoneido (SRS) provocado por la bacteria Piscirickettsia. Este microorganismo destruye las células de los peces, crea úlceras en su piel, inflama su bazo e hígado, lo que les produce la muerte. Según Rodrigo Infante, Gerente General de la Asociación de la Industria del Salmón Chile A.G.” el microbio es el causante del 50% ó 60% de la mortalidad de los peces que se encuentran en cultivo”.
Desde el surgimiento de la salmonicultura se ha tratado de combatir este agente patógeno. Después de diferentes estudios se llegó a la conclusión de que lo mejor era crear una vacuna que lo atacará directamente. En 1999 la corporación farmacéutica Recalcine creó Ricketvac, la primera vacuna para salmones.
Con la vacuna se engaña el organismo del pez, porque se le inyecta la misma bacteria, pero muerta, lo que estimula la producción de anticuerpos por parte de los salmones, y los deja totalmente protegidos del microorganismo. La efectividad que tenga va a depender de la capacidad inmunológica de cada pez. La inyección hace que los salmones sean más sanos y gordos, lo que da seguridad a los consumidores de que el producto que van a consumir es de mejor calidad.
El problema más importante para los productores de salmón es el Síndrome Rickettsial Salmoneido (SRS) provocado por la bacteria Piscirickettsia. Este microorganismo destruye las células de los peces, crea úlceras en su piel, inflama su bazo e hígado, lo que les produce la muerte. Según Rodrigo Infante, Gerente General de la Asociación de la Industria del Salmón Chile A.G.” el microbio es el causante del 50% ó 60% de la mortalidad de los peces que se encuentran en cultivo”.
Desde el surgimiento de la salmonicultura se ha tratado de combatir este agente patógeno. Después de diferentes estudios se llegó a la conclusión de que lo mejor era crear una vacuna que lo atacará directamente. En 1999 la corporación farmacéutica Recalcine creó Ricketvac, la primera vacuna para salmones.
Con la vacuna se engaña el organismo del pez, porque se le inyecta la misma bacteria, pero muerta, lo que estimula la producción de anticuerpos por parte de los salmones, y los deja totalmente protegidos del microorganismo. La efectividad que tenga va a depender de la capacidad inmunológica de cada pez. La inyección hace que los salmones sean más sanos y gordos, lo que da seguridad a los consumidores de que el producto que van a consumir es de mejor calidad.
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1 comentario:
Que cuatico que ahora se invierta tiempo y dinero en crear vacunas para peces, jamás me lo hubiese imaginado
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